La Quinta Hoja del Trebol

Canicas Caducadas

Por primera vez, y sin que sirva de precedentes, me jode de sobremanera que Jamfris tenga razón en algo. Hace unos tres o cuatro días me dijo que Marillion actuó en Razzmatazz el día 20, a lo que yo respondí “no, actúan el 20 de Julio, no de Junio”.

Que gran error.

Acabo de leer con estupor la crítica del concierto que por culpa de los muchos estreses que asaltan mi psique me he perdido. Dicen que fue impresionante. Y a mi no me queda más que morderme el puño y maldecir mi falta de información.

Y es que Marillion es uno de esos grupos que, cuando escuchas la primera canción, te da la sensación que ha acompañado toda tu vida. Rock sinfónico y progresivo, canciones largas llenas de sentimiento y virtuosismo que en concierto alcanzan cotas casi orgásmicas. Les he visto ya tres veces en directo, y en las tres he salido extasiado tras tres horas de buena música y tomarme unas copas con los miembros del grupo -suelen bajar a saludar a los fans tras el concierto-, por eso me jode tanto haberme perdido éste concierto.

El último álbum, Marbles, no cumplió mis expectativas en un principio, pero es un álbum de degustación lenta, va entrado con el tiempo, con cada escucha, con cada acorde, con cada palabra. El disco crea una imagineria de la infancia que no dista mucho de las vivencias personales de un servidor, y me gusta. Me maravilla como alguien que vive, piensa y escribe a cientos de kilómetros de mi persona puede transmitir unas sensaciones que me resultan tan familiares. Canciones como The Invisible Man, You’re Gone o The Damage ya han pasado a engrosar mi lista de fan favourites, junto a otras como An Accidental Man, King, That Time of the Night y mi preferida, Man of a Thousand Faces.

Por lo que me han dicho, en el concierto del día 20 las tocaron todas excepto That Time of the Night.

Que mala leche que me está entrando…