Recuerdo aquel viejo cuento de Cortazar, la Casa Tomada, en el que una pareja debe ir abandonando paulatinamente las estancias de su espaciosa casa por que "algo" la está invadiendo, hasta el punto en que deben abandonar la casa, cerrarla y tirar la llave.
Cortazar no revela en ningún momento que o quién toma la casa, sólo nos muestra la angustia de la pareja al sentirse invadida. Pues bien, mi casa está siendo tomada, cada día con más sigilo y rapidez. Baldosa a baldosa, estantería a estantería, pared a pared... Todo desaparece bajo la presencia de un ser que hasta ahora había convivido alegremente conmigo y que se ha convertido en una auténtica amenaza para mi espacio vital.
Pero, a diferencia de Cortazar, yo si que puedo decir que ente me está invadiendo... el papel.
Papel impreso, a 4 tintas o a una sola. En mil formatos; desde comic-books de 24 Págs. a libros de 1500. Ningún centímetro cuadrado está a salvo de esta voraz especie compuesta en su mayor parte por cómics, pero no exenta de juegos, novelas y libros teóricos.
Nada más entrar, en el recibidor me observa una pila de tomos USA que no encuentran hogar en las ya sobrecargadas estanterías. Mi cama está repleta de comic-books no clasificados que, en cuanto el sueño se apodera de mí, pasan al suelo, para regresar al colchón por la mañana, ya que si no no tengo espacio para ponerme de pie. Sobre la mesa del estudio se libra desde hace meses una batalla a muerte entre el mouse y las Bibliotecas Marvel, que ahora reciben refuerzos de las excelentes Bibliotecas Grandes del Cómic: E.C., y las estanterías de toda mi casa empiezan a ceder al peso y a la presión. Sus crujidos y lamentos de madera son un recordatorio constante de lo poco que les falta a algunas para ceder.
La pila de cómics varios que preside el suelo del estudio me llega ya a la cintura, amenazando mi hegemonía vertical. Me da la impresión que voy a acabar como Stephen King en el relato La Solitaria Muerte de Jordy Verrill de la película Creepshow (1982). Las caras de Green Arrow, Spider-Man, Brent Sienna y muchos otros parecen seguirme con la mirada. Cada día que pasa, la alfombra de papel ocupa más espacio. Cada día parece más grande. Cada día parece más...viva.
No me extrañaría que algún día empiece a hablar y, cual Audrey hecha de elementos post-vegetales, quiera dominar mi vida -y luego el mundo-.
La pila de papel impreso aprenderá en progresión geométrica. Tomó conciencia de sí misma a las 2 y 14 del martes 5 de octubre del 2005. H., aterrado, intentará ordenarla...
(PD: No, no acepto como solución el donativo de parte del problema a terceros.)
Escrito por H. a las 4 de Octubre 2004 a las 07:11 PMJo... esa posdata parece dedicada a mi... ¡Si es por tu bien! Ya sabes que no hay ningún otro interés que el de lograr algo de espacio en tu casa!
Yo que se, por ejemplo... Ronin, es muy gordo y casi no lo lees, traspasamelo... o el Jimmy Corrigan!
Tu vecinito siempre dispuesto a ayudar :)
Escrito por Jamfris a las 4 de Octubre 2004 a las 08:39 PMConozco la sensación, la conozco...
Escrito por Sota a las 4 de Octubre 2004 a las 09:19 PMYo tambien me lo conozco. pero te recuerdo que tengo dos estanterias libres y una tercera cuando ordene los CDs...
Jejejeje...
Aqui todos a chupar del bote...
Escrito por Lilith a las 4 de Octubre 2004 a las 11:36 PMy para qué tienes padres?
Escrito por Charles M. Towsend a las 5 de Octubre 2004 a las 02:47 PMTE AMO!!!
TE AMO!!!
TE AMO!!!
oiiiiig, gracias guapo
Escrito por H. a las 5 de Octubre 2004 a las 04:50 PM