Hoy me ha abandonado una amiga. Una amiga que siempre ha estado conmigo, que siempre me ha apoyado, a la que incluso llegué a enarbolar como bandera de mi manera de ser y de pensar. Desde hace algún tiempo me dejaba pistas al respecto, pero yo no supe darles la importancia que al final han resultado tener, y la he perdido.
Desde que tengo conciencia ha sido mi mejor amiga, bueno, la segunda tras Marta, mi pareja, pero fue ella quien me la presentó. Siempre ha estado muy ligada a mi vida, a mi trayectoria, ayudándome a solucionar los problemas más graves y dándome algo en que creer cuando todo lo demás había perdido el sentido.
Ahora que me he dado cuenta de la triste realidad creo que tampoco había mucho que pudiera hacer por evitarlo, aunque ciertamente me podría haber preparado por si sucedía esto algún día. En lugar de obrar sabiamente, me dejé llevar por la comodidad del necio, y ahora me siento muy perdido.
Sólo hay una cosa que me consuela, y es que nada es definitivo en esta vida. No sé si ha sido un Adiós o un Hasta Luego. Y como lo penúltimo que se pierde en este mundo es la esperanza, confío en que tarde o temprano vuelva a mi lado, y siga ayudándome y apoyándome como ha estado haciendo hasta ahora.
Si pero... ¿Tiene suerte?
Allan Cuthbertson, The Guns of Navarone
Lo siento. Debe ser duro.